domingo, 28 de abril de 2013

nosotras... y ¿ESTAMOS LOCOS U QUÉ?

Una de las tareas hogareñas que más odio hacer y que desgraciadamente más he de hacer, debido a mi naturaleza desordenada, es la de adecentar mi cuarto.
El domingo suele ser el día escogido para realizar esta actividad y así dejar el cuarto como los chorros del oro para empezar la semana con la ropita bien expuesta en sus muebles y... poder desordenarla de nuevo durante los siete días siguientes.

Para acompañar mis movimientos 'percha aquí y percha allá', normalmente me gusta escuchar música en la radio. Siempre intento localizar una emisora en la que no haya apenas anuncios (ardua tarea) y en la que, sobretodo, no haya alguno de esos locutores "enrollados", que desayunan lengua y tripis, dando la tabarra más de lo estrictamente necesario.

El otro día me encontraba precisamente en esta situación: recogiendo ropa y escuchando la radio.
Oí varias canciones de actualidad y parece que estaba teniendo suerte porque... OJO: la radio llevaba aproximadamente un cuarto de hora enchufada y no había aparecido aún ningún "temazo" de Pitbull (desde aquí os lo aviso: un día terminarán llegando a M-80 y Onda Melodía, cuidao).
Pero poco duró la alegría en la casa del pobre, o lo que es lo mismo: poco le duró la alegría a la Jules escuchando la radio, porque... un locutor enrollado apareció para saludarme desde las ondas.

"Qué pasa, amigos. ¡¿Cómo va esa tardeeeee?! Os recordamos que estamos realizando el concurso de todas las semanas. Es muuuuuy sencillo: marca el 777sois888todos777tontos888 (te cobraremos 4 euros el nanosegundo, pero eso no te lo vamos a decir) y si tu llamada es la seleccionada... ¡ENTRARÁS EN ANTENA PARA HABLAR CONMIGO! Pero ahí no acaba la cosa  (aquí hay que pasar más fases que en una entrevista de trabajo), porque me tendrás que tararear una canción y si yo NO adivino la mierda de tema que estás cantando, ganarás el maravilloso premio de..."

Lo reconozco. Aquí ya había dejado de ordenar la ropa y había tirado varias prendas a la cama para poder escuchar bien qué ganaba el pobre diablo seleccionado entre todas las llamadas.

"... ganarás el maravilloso premio de... SEGUIRTE EN TWITTER."

¿Ola ke ase? ¿Es que no he oído bien?
¿El premio es que la emisora de radio ¡te siga en Twitter!?

¿ESTAMOS LOCOS U QUÉ?

Por supuesto, continué escuchando atentísima la radio, porque seguidamente iban a realizar este interesante experimento con un joven de Lugo que ya estaba emocionado esperando a entrar en antena.

¿Queréis saberlo? ¿Queréis averiguar si ahora este joven es más afortunado?
De acuerdo. Os lo diré. El chico cantó TAN mal, que logró su sueño. Ahora sus magníficos tuits son leídos por una persona más: el comiunitimanaller de una estupenda emisora de radio.

Oh my godness. De qué cosas que se entera una mientras está tranquilamente ordenando sus ropitas.
Pero... ¡un momento! ¡Se me está ocurriendo algo!
¿No sería maravilloso, queridos lectores, que uno de vosotros pudiera conseguir que las chicas démodé le siguiéramos en Twitter?

¡¡Hagámoslo!! Let's do it!
Ganará este fantástico premio quien logre averiguar...

¿Por qué....

... me toco el pelo de esta manera? 
a) el flequillo se me ha metido en el ojo.
b) es simplemente una táctica de egobloguera.


... tengo esta cara tan seria?
a) El fotógrafo me estaba poniendo de mala hostia porque no hacía caso a mis peticiones de egobloguera.
b) Soy así de borde.


... he adoptado esta pose tan raruna?
a) a veces esto de hacer de modelo se me va de las manos.
b) el cierzo zaragozano es el causante, que es muy puñetero y quería verme las braguitas.


... enseño solo la falda y el bolso en esta foto? ¿Pa' qué?
a) Que no os enteráis: esto es un #retazooutfitero en toda regla.
b) Me había cagao un pájaro en el pelo y ya no pude hacer fotos con mi bella cara.


... estoy mirando al infinito?
a) Claramente: quiero hacerme la interesante.
b) ¡Mierda! Creo que me he dejado el horno encendido.


Espero con ilusión vuestras respuestas...
RECORDAD: el ganador se convertirá en una de las cuentas más molonas de Twitter, porque...
¡será seguido por las chicas más démodé del mundo!


¡Besos para todos!

miércoles, 24 de abril de 2013

nosotras... y ESA SONRISA TRAVIESA ME TRAE DE CABEZA!!

Hace un rato estaba en el súper, concentrada en la sección de congelados. Corrijo: concentradísima.
Escoger el tipo de pizza Dr. Oetker que voy a cenar no es moco de pavo.

De fondo estaba escuchando una canción, a la que no prestaba mucha antención.
Sin embargo, poco a poco mi interés se ha desviado inevitablemente hacia ella.
Era 'Rosita', de Amaral, uno de mis grupos favoritos cuando contaba la veintena.
Después, no sé muy bien por qué, sus discos no me gustaron tanto como aquellos primeros.

Y ahí estaba yo, emocionada en la sección de congelados. Quién me lo iba a decir.
Recordando todo lo que esas canciones me hacían sentir.

Qué letras tan bonitas las de mis paisanos Amaral.


 " Hacía frío en la plaza hoy,
pero a ti nada te espanta.
Te calentabas a bofetadas
Con un crio de cara lavada, niña.

Eso que haces no está bien,
Y qué carajo te importa.
¡Ay! cuando te pille,
renacuaja deslenguada.

Rosita, no te hace falta llorar.
Rosita, esa sonrisa traviesa,
Es mi Rosita.

Siempre rondando,
la salida del mercado.
Con esa carita de pena,
cómo no van a darte algo.

Tramposa y descarada,
no me tomes el pelo así..
Que no me tomes el pelo,
renacuaja deslenguada.

Rosita, no te hace falta llorar.
Rosita, esa sonrisa traviesa, es mi Rosita.

No te hace falta llorar, Rosita,
Esa sonrisa traviesa, me trae de cabeza. "
















Y si os habéis quedado con más ganas de looks, AQUÍ tenéis otro.
El de una rubia muy atractiva llamada Sara;)




domingo, 21 de abril de 2013

nosotras... y PESADILLAS!!

Soy una chica con suerte. Siempre recuerdo alguno de mis sueños cuando despierto.
Esto también tiene sus desventajas. ¿Qué pasa si lo que tengo es una pesadilla?

Cuando era pequeña, y desde que vi 'En busca del valle encantado', mis peores sueños tenían que ver con perder a mis padres. Dragones gigantescos y malvados secuestradores me los quitaban y se los llevaban a lugares que yo nunca podría averiguar, quedándome sola sin poder verlos nunca jamás.

Es curioso. No recuerdo qué tipo de pesadillas tenía en mi época adolescente.
Puede que soñara con granos gigantes y cartucheras.
O con quedarme desnuda delante de todo el instituto, quién sabe.

Ya de más mayor, cuando estaba estudiando en la Universidad, mis pesadillas tenían que ver con las matemáticas. Pobrecillas. No es porque no me gusten, ya lo sabéis vosotros.
Los días en los que algún teorema me obsesionaba o estudiaba mucho por algún examen, las ecuaciones, matrices y funciones me perseguían y no me dejaban descansar. Os sonará a científica loca, pero es así.

Hoy en día, muy de vez en cuando, sigo teniendo pesadillas. En ellas se puede encontrar un poco de todo: enfados y brutales peleas con mis amigas, abandonos repentinos por parte de mi novio, enfermedades raras pero mortales, retrasos en el pedido de Telepizza... Jeje, esto último es broma, claro... (ups, se ma escapao).

¿Sabéis qué es lo más curioso?
Que yo no venía aquí a hablaros de mis peores y más recurrentes sueños.
'Hija mía, pues te has lucido'.
 Bueno, bueno... rilax.

Sangre de monstruo. El fantasma aullador. La máscara maldita.
¿Se me ha ido definitivamente la olla? NO.
Si habéis tenido una post-infancia/pre-adolescencia tan interesante como la mía, sabréis a qué me refiero.

¡Los libros de la colección 'Pesadillas', CLARO!
Qué portadas más molonas tenían, por Dios. Con purpurina, dibujos guayones, tipografía de sustancia repugnante e incluso una frasecica que te invitaba a descubrir la historia en cuestión.
¡Que sí, hombre! ¿Es que no os acordáis?

"¡Era una cascada de sangre de monstruo!" (sí, ya lo vemos)
"Perrito malo. Eres un perrito muy MALO" (hostia puta, qué miedo da el perrete)
"Si las miradas matasen..." (esta noche ya no duermo)


Y a ti, ¿qué es lo que te quita el sueño?
No me digas que los looks de Sommes Démodé, que me das un disgusto mu' grande.










¡Besos para todos!

PD: Ya podéis ver más fotos en este álbum del evento de Puerto Venecia del que os hablé AQUÍ.

jueves, 18 de abril de 2013

nosotras... y COMO UNA NIÑA!!

Quienes me conocen bien saben que en el fondo yo sigo siendo una niña.
Será quizás porque soy hija única y me han educado con demasiados juegos y fantasías. O quién sabe, puede que en mis genes esté haber sido así desde que nací y en realidad no ha importado eso de tener hermanos o no. Que yo no soy una de esas hijitas de papá mimadas, ¡qué quede claro!
Dejando las razones al margen, la realidad es que yo continúo disfrutando de muchas de las cosas que se supone están destinadas tan solo a los niños.

Los juegos de mesa, mi debilidad.
Ya no tengo muñecas ni cochecitos teledirigidos, de acuerdo.
Pero una tarde acompañada por el 'Quién es Quién', el parchís o el dominó no la cambio por nada.

Me siguen gustando las chuches y los dulces como a la que más. Hay días en los que solo cenaría guarreridas (aunque sí, ya sé que no debo). Os hablé en su día de ello aquí

No me tentéis con los parques de atracciones. Ay.
Cómo me gustaban. Qué emoción subirme a una montaña rusa, y más si me ponían boca abajo.
Qué divertidas las casas... magnéticas, de espejos, del terror...
¿Mi favorito ever? El telele. Sí, sí. La atracción con más nombres de la historia de las ferias. Me refiero a la tortilla, la pandereta, el 'Ship'... En el fondo daba igual cómo se llamara la atracción, lo que nunca faltaba en ninguna de ellas era el tipo que a través del megáfono te provoca para ver si terminabas cayendo en medio de la colchoneta.
'Esa morena que va dando botecitossss, ahí ahí la morena'.
Había algo incluso lascivo en sus palabras. Claro, yo era una jovencita inocente y lo único que veía era eso, botes debido al movimiento panderetil y chicas de pelo oscuro. También las había rubias, sí. Sin embargo, qué cosas, parece que no gustaban tanto.

Pero no nos vayamos por las ramas.
Que yo venía aquí a hablar del parque de atracciones del Tibidabo.
Qué vintage, qué vistas, qué molón, qué todo.
Allí, disfruté como una niña...



Pero no os vayáis a pensar que soy extremadamente infantiloide.
Dios me libre.
También tuve tiempo en el Tibidabo para posar como una seria y madura ego-bloguera.
Me diréis que un look con pantalón de lentejuelas no pega mucho en un parque de atracciones.
¿Cómo que no? ¡Si llevo zapatillas!






Quien está muy acostumbrada a los planes de niños es mi amiga bloguera Lula Closet.
Ella ha sido la última protagonista en mi sección ¡Te encontré!
Para verla: AQUÍ

¡Besos para todos!



domingo, 14 de abril de 2013

nosotras... y ESPERE AQUÍ SU TURNO, POR FAVOR!!

Lo reconozco. No soporto las esperas.
Me pone nerviosa estar de pie o sentada sin hacer nada, aguardando el momento en el que llegue la persona con la que he quedado, pueda pasar a la consulta del médico o mi pedido ya esté listo.
 
Aunque a veces no consigo ser súpermega-puntual (cosa que me molesta mucho), suelo llegar a mis citas a la hora acordada. Me parece una falta de respeto hacer esperar a una persona, sobretodo si esta va a estar sola.
Los más "considerados" (por no calificarlos de otra manera) son los que te van retransmitiendo su camino por WhatsApp: '¡En un segundo me tienes ahí!', '¡Tranqui, que ya estoy en el bus!'. En realidad, todos lo sabemos, no han salido siquiera del ascensor de su casa. Finalmente, cuando se dignan a aparecer, tienen una elaborada lista de coartadas que utilizan contigo sin cortarse un pelo. 'No vas a creer lo que me ha pasado: ¡el metro se ha averiado!' 'Pffff, calla, calla. Que me ha pasado de todo viniendo hacia aquí'.
Es curioso, para decirte todas estas cosas no han usado el WhatsApp.
 
Cuando voy al médico, algo que no figura precisamente entre mis aficiones, no sé cómo demonios se lo montan, pero siempre he de esperar al menos tres cuartos de hora.
Un tiempo en el que mis pobres dedos sufren una sanguinaria carnicería. Ni siquiera viendo los cinco últimos minutos de los capítulos de Homeland me muerdo tanto las uñas.
No ayuda a mis nervios la presencia en la sala de esos personajes que intentan colarse siempre, dando excusas lamentables y quedándose de pie pegadicos a la puerta del médico, para así implorarles en cuanto el paciente que estaba dentro salga y les deje una pequeña ranura por la que entrar.
No quiero generalizar, que a mí eso no me gusta, pero este tipo de jetudos impacientes suelen ser mujeres mayores de 55 años. No falla.
Normalmente, cuando mi turno llega por fin, una voz moribunda pronuncia mi nombre a través de un altavoz. En lugar de Julia, mis oídos suelen escuchar cosas como Nuria, jilia, furia, Turia y un sinfin de similitudes más. Como nadie más en la sala se levanta, deduzco finalmente que el médico no ha llamado a una nutria, si no a mí.
 
Esto de la megafonía también les gusta mucho a las cadenas de comida rápida. Te preguntan tu nombre y hala, espera sentado un ratico, amigo, en breves te llamaremos.
Algo que, igual que pasa en la consulta del médico, no es exactamente fiel a la realidad.
En breves = Una maldita eternidad.
Tu nombre = Un sonido que se le parece.
Un amigo mío me contaba el otro día que le pasó algo muy divertido en EEUU cuando esperaba a que le llamaran para recoger una pizzas. Al preguntarle el camarero por su nombre, él dijo que se llamaba Mike. No quería dar su nombre real, que es catalán, porque quizás lo pronunciarían mal.
Obviamente, cuando sus pizzas estuvieron listas, el chico de la caja llamó a Mike. Pero mi amigo ya se había olvidado por completo de su nueva identidad, concentrado como estaba en la lectura de un periódico. Después de llamarlo varias veces, el chico finalmente fue a decírselo hasta donde estaba sentado: 'MIKKKEEEEE!!! Your order is ready!!!!'
 
Lo que da de sí esto de las esperas.
¿Cuántas parejas se habrán conocido en la consulta de un médico?
¿Cuántos asesinatos se habrán cometido al escuchar la excusa de un amigo por llegar una hora tarde?
 
El día que llevaba este look había quedado precisamente con Mike, en Barcelona.
Ambos fuimos puntuales... aunque yo llegué antes;)
 
 
 







¡Besos para todos!

jueves, 11 de abril de 2013

Nosotras… y EL WHATSAPP!!

Hola a todos! En el post de hoy haremos una breve reflexión sobre esta querida e indispensable herramienta que es el WhatsApp... y a lo que su flora y fauna se refiere.

Querido WhatsApp: la de pasta que nos has hecho ahorrar, sustituyendo a los odiosos SMS. Tu famoso check o doble check, ya no caben las excusas cuando alguien te diga… ¡Ah, pues no lo vi o no lo recibí! ¿Si? ¿Y por qué me salió que te conectaste después de verlo?, ¿eh? Es una pena que ahora todos estemos tan controlados. Porque... ¿entonces qué hacías conectado a las 3 de la mañana? ¿No decías que no ibas a salir?

Aunque bueno, a lo mejor sois de esos pocos que tenéis esta opción de “conocer la última hora de conexión” desactivada. Realmente os envidio porque os ahorráis posibles pollos, pero que sepáis una cosa, soy de las que cree que si no la tienes, algo ocultas, o muchas broncas te has llevado ya por ello ;-) jeje (desde el cariño ¿eh? Tú lo sabeee...)

Tengo que culpar al WhatsApp de la ruptura de muchas relaciones, tanto amistosas como amorosas. Qué pasa con “Ese mensaje no era para ti” o “No lo decía en ese tono”... ¿Por qué no hay una herramienta rollo Facebook de eliminar mensaje y dar marcha atrás? Nooo, en el WhatsApp no puedes arrepentirte, lo que dices ahí queda escrito hasta la eternidad y más allá, además con esa rapidez que se manda y nuestros queridos emoticonos, ¡las cosas ya no pueden tomarse en serio! ¿Hemos vuelto a tener 15 años?
Comentaba con un amigo que debería existir una herramienta que desactivara tu WhatsApp en horas inoportunas, como por ejemplo, un sábado por la noche. Más que nada porque el susto que te pegas a la mañana siguiente al ver lo que has escrito, es ¡FINO FILIPINO! Y si es que tienes la suerte de que algo se entiende, claro. ¿Dóndfe stasr? Buhhh, Esftams en Apoldo,...

Y qué decir de los famosos 'escribiendo...', 'en línea', 'escribiendo...' ¿HOLA? Aclárate y escribe ya lo que tengas que decirme... ¡diooss me pone nerviosa tanta intriga!

Y de esto podría seguir hablando durante días, pero como no quiero dar más el tostón, os dejo con el outfit dominguero que me puse para dar un voltio con mi Démodé favorita en su visita a BCN.
En definitiva, es lo que tiene el WhatsApp, te puede alegrar el día... o no (Conclusión sacada de Polvi. D)






  Camisa denim, zapatos: ZARA Jersey, collar: H&M Jeans: Topshop Bolso: Primark


Por cierto, ¡no os perdáis la nueva entrega de streestyle de Julia en La Blogueresca! Para verla: AQUÍ

miércoles, 10 de abril de 2013

nosotras... y UNA NUEVA PRIMAVERA EN PUERTO VENECIA!!

Como ya sabéis, en Sommes de vez en cuando nos gusta hablaros de planes chachi-molones: exposiciones, películas, conciertos,... Pero seamos sinceros. El espíritu démodé no solo está influenciado por la corriente cultureta y gafopasta. También tenemos otras aficiones bien distintas. Por ejemplo, entre ellas se encuentra la de ir de compras (por si aún no lo habíais notado tras ver el "amplio" repertorio de ropa de nuestras ego-fotos).
Y reconózcolo: me gustan los centros comerciales más que a un tonto un lápiz.

Cuando estuve un tiempo viviendo en Inglaterra (¡hace casi ya dos años, madremía!)
solía pasar bastante tiempo en los centros comerciales. Además de las chulísimas tiendas british, de ellos me gustaba que eran gigantes y que ofertaban muchas actividades que no solo estaban relacionadas con comprar, comprar y comprar. En Zaragoza no había ningún centro comercial que se asemejara en este sentido a los que allí pude ver. Hasta octubre del año pasado, momento en el que se inauguró en nuestra ciudad Puerto Venecia, que me recuerda mucho a esos centros ingleses que tanto me gustaban.



Es por eso que cuando me invitaron el jueves de la semana pasada a asistir a su evento "Vive Una Nueva Primavera", no lo dudé.
E hice bien.
Nos trataron estupendamente y mis compañeras blogueras mañicas y yo lo pasamos genial.

La cosa empezó requetebién, porque en cuanto llegamos, la tele nos pilló por banda para grabar cómo nos probábamos algunos de los maravillosos vestidos vintage de Zsa Zsa Zsú.


(experta en moda yo, dicen;)... para ver el vídeo, pinchad en la imagen y buscad el momentazo 01:14:00)

Tras el reportaje, nos estuvieron explicando el proyecto del centro comercial Puerto Venecia desde sus comienzos hasta el día de hoy. De todo ello, destacar sus nuevas propuestas relacionadas con el mundo de la moda (como los asesoramientos de imagen de Rebeca, de A Trendy Life y los variados talleres que imparten las chicas de Zsa Zsa Zsú) y las actividades de ocio que tienen previsto lanzar en breves (por ejemplo: ¡una tirolina!, ¡algo que estoy deseando probar desde que tengo uso de razón!).


Después volvimos a disfrutar de la compañía de las chicas de Zsa Zsa Zsú, que nos habían preparado una sesión de fotos llevando sus vestidos con el fotógrafo Antonio Gárate:


 (hacer el payaso: algo que mi Sissy y yo hacemos a la perfección)

 (los tocados de Zsa Zsa Zsú y Jules: amor incondicional)

Para terminar la velada, se nos invitó a cenar en el restaurante Bald'o, al que desde aquí os recomiendo ir, porque hacen unos manjares de-li-cio-sos.



Y esto es todo, amigos.
Muchas gracias a Puerto Venecia por pensar en mí para invitarme a este divertido evento bloguero.
Nos trataron muy bien y eso se agradece:)

¡Besos para todos!
Pronto, más looks démodé

domingo, 7 de abril de 2013

nosotras... y HOGAR, DULCE HOGAR!!

Viajar, qué gran placer.
Descubrir sitios nuevos, culturas diferentes, lugares mágicos...

Últimamente no paro quieta por mi amada Zárágozá.
Llevo un mes completito, en el que estoy recorriendo España de punta a punta.
Tarifa, Punta Umbría, Donosti... y ahora Barcelona.
Y tan a gustito, oyes.

Pero... PERO. Ya tú sá, siempre hay uno.
A veces echo de menos mi casa. Llamadme loca, pero extraño mis cosas.
Mi sofá. Mi cama. Mi armario. Mi ducha. Mis llaves. Mi tele.

De todos es sabido que como la cama de uno no hay ninguna otra. Hacerse a un nuevo colchón es más difícil que resolver el problema de la cuadratura del círculo. Y está comprobado: en esa nueva cama, "disfrutarás" de una almohada con características exactamente opuestas a las que a ti te gustan. ¿Te molan las almohadas más bien gordas? En el hotel tendrás una más delgada que una hoja de papel. ¿Cómo? ¿Que la quieres precisamente así, estilo folio? Dormirás sobre una más mullida que aquellos horrorosos plumas que se llevaban en 1999.
Pero al fin y al cabo, cuando uno está de turismo salvaje, es decir, todo el día en la calle pateando kilómetros y kilómetros, la cama es lo de menos. Llegamos al hotel, apartamento o similar tan cansados que ya comenzamos a roncar antes de apoyar la cabeza en la almohada, así que, qué más da que esta sea gorda, delgada o directamente inexistente.

Hay otras rutinas mucho más horribles cuando no las hacemos en nuestro entorno habitual. ¿Qué me decís de las duchas? Alcachofas por las que sale un hilillo (cuántos recuerdos me trae esta palabra) de agua, temperaturas extremas entre las que no existe término medio, cortinas de ducha que no sirven para un cagao, toallas extra-pequeñas con las que tan solo poder secarse una teta...

Otro tema al que darle de comer a parte es el de las llaves. O las tarjetas. O más sofisticado aún: la llave-tarjeta (una es para la puerta, otra es para la luz). Decidme. ¿cuántas veces habéis dejado el portátil cargando o, peor aún, conectado al enchufe descargando Walking Dead o Mujeres, Hombres y Viceversa y al volver... ¡Mierda, no me acordaba, la electricidad va con la llave! ¡¡NOOOOOOOOOO!!? 

Ojito con la tele. Al exagerado desorden de los canales hay que añadir la extraña ubicación en la que a veces se encuentra la pantalla. Ir al cine a ver una película de acción sentado en la fila 2 no es nada comparado con ver un programa en una televisión situada prácticamente en el techo. Os daré un consejo: más vale ser precavido y meter un collarín en la maleta. Lo agradeceréis.


Y aquí andamos. En Barcelona. En un hotel... donde la cama, la ducha y la tele no están nada mal.
¿La llave-tarjeta? Ejem.
No siempre todo es perfecto.
Y qué más da.
Cuando se está de vacaciones, todos estos problemas se aguantan muchísimo mejor;)





 


¡Besos para todos!

miércoles, 3 de abril de 2013

nosotras... y ESCENAS MÍTICAS DEL CINE!!

Cuando entre nosotros hablamos de secuencias míticas del cine, nos gusta recordar escenas románticas (como el beso de Deborah Kerr y Burt Lancaster en la playa), de ciencia-ficción (como E.T. volando en bicicleta ante la luna) o de esas que te dejan ojiplático (como el 'yo soy tu padre' de Darth Vader a Luke Skywalker).

Son momentazos del cine que nunca olvidaremos.
Pero seamos sinceros.
El ser humano es morbosillo y pelín guarrete por naturaleza, algo que no se puede negar.
Así que todas esas escenas que os nombraba previamente no son lo único que recordamos de nuestras películas "favoritas"...


El pobre hombre que en Jurassic Park muere mientras está haciendo sus necesidades en un baño.

La vomitona verdusca en la cara del sacerdote de la niña de El exorcista (megarepuaj)

El potente fijador de flequillo que utiliza Cameron Díaz en Algo pasa con Mary.

Las múltiples escenas guarras a más no poder de Trainspotting (imposible escoger tan solo una).

La mala digestión o alienitis que sufre uno de los tripulantes de la Nostromo en Alien, el octavo pasajero.

El sabroso sorbete de sesos de mono de Indiana Jones y el templo maldito (mmm... exquisito)

La sugerencia pajillera de Torrente a su coleguilla Rafi (usada hasta la saciedad en su momento por mis compañeros de instituto).

El jeringuillazo que le mete en mitad del pecho Jules Winnfield a Mia Wallace en Pulp Fiction (por cierto: Jules, otro que muere mientras está en el retrete)

La disección de ojo que Buñuel nos "regaló" en Un perro andaluz. (no haber visto nunca esta escena es más extraño que precisamente eso: diseccionar un ojo)


Me juego mi chaqueta de rayas estilo homeless del post de hoy a que recordáis cada una de estas escenas del cine. ¡Qué narices! Me juego mis queridos pantacas de cuero, para que veáis que esto va en serio.







Todas estas fotografías están tomadas en Donosti, una de mis ciudades 'favos' del mundo mundial. Lugar en el que, por cierto, encontré a una chica simpatiquísima llamada Ianire. Para conocerla: AQUÍ.

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